Jesús ora por la unidad de sus discípulos, preparando el camino para afrontar las luchas de la vida. La unidad es esencial, y aunque en el mundo no siempre se practica, los creyentes debemos estar unidos en sentir y voluntad en Cristo. Efesios 4:1-2 nos exhorta a practicar el amor y la paciencia, y a tener una relación cercana con Jesús, entendiendo su sacrificio. 

El amor, como se describe en 1 Corintios 13:2-7, es la fuerza que nos une y refleja a Dios mismo. Además, en Colosenses 3:14 se nos recuerda que el amor es un vínculo perfecto y duradero. Debemos vestirnos de amor y reflejar a Cristo en nuestra vida diaria, viviendo en unidad como iglesia.