2 PEDRO 3:3-15
En este pasaje, el apóstol Pedro nos advierte que en los últimos tiempos vendrán burladores que cuestionarán la promesa del regreso de Cristo. Dirán: “¿Dónde está su venida?”, afirmando que todo sigue igual desde el principio. Pero la Biblia nos recuerda que no es así: el mundo antiguo fue destruido por el diluvio, y los cielos y la tierra actuales están reservados para el fuego, conforme al plan de Dios.
El Señor no tarda en cumplir su promesa; más bien, es paciente, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Su aparente demora es una muestra de su gran amor y misericordia.
El día del Señor vendrá como ladrón en la noche, y todo lo terrenal pasará. Por eso, estamos llamados a vivir en santidad, esperando y apresurando la venida de Cristo. Debemos permanecer firmes, sin mancha, en paz, y comprometidos en anunciar el evangelio, para que otros también tengan la oportunidad de salvación.
Conclusión: Aunque el mundo se burle de nuestra fe, confiamos en que Dios cumple su palabra. Vivamos con diligencia, en esperanza, esperando cielos nuevos y tierra nueva donde mora la justicia.