MARCOS 12:28-34
Jesucristo nos enseña que lo más importante es amar a Dios con todo nuestro ser, y que este amor debe jjjen nuestras vidas diarias. Lo que nos distingue de otras religiones es el encuentro personal con Jesús, que nos lleva a abrir espacio para el Espíritu Santo en nuestros corazones. Sin embargo, antes de recibirlo, es esencial limpiar nuestras vidas de todo lo que es innecesario y mundano, que nos aleja de los pensamientos y la voluntad de Dios.
Deuteronomio 6 resalta la importancia de conocer y vivir la palabra de Dios, pero no basta con el conocimiento si no contamos con el pilar fundamental: el Espíritu Santo. Podemos saber la palabra, pero sin la unción del Espíritu, esa sabiduría es incompleta. Es crucial lograr un equilibrio entre la palabra y el Espíritu, porque solo así nuestra vida podrá reflejar plenamente el amor y la voluntad de Dios.