PRÉDICA DOMINGO 6 DE OCTUBRE DE 2024

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En el presente domingo, nuestro hermano Carlos nos habló acerca de Levítico 23:15-25. En dicho pasaje se nos comenta acerca de diversas fiestas que se celebraban, las cuales vienen a señalar distintos aspectos de la obra de Cristo. Además, nos indican el plan de Dios, de redención y salvación, tanto para Israel como para la iglesia. Son fiestas con un sentido profético.

  1. PENTECOSTÉS/ FIESTA DE LAS SEMANAS

Pentecostés se celebraba 50 días después de la fiesta de las primicias. Había que contar 50 días desde la resurrección de Cristo. Para nosotros, Pentecostés constituye la formación de la iglesia, mediante la venida del Espíritu Santo. En dicha fiesta, había que ofrecer un nuevo grano de trigo, el cuál traería fruto (esto simboliza el fruto que nos vino a traer la resurrección de Cristo). De esta forma, se cumple lo dicho por Jesús en Juan 12, donde se explica que el grano de trigo que caía a tierra y moría iba a traer consigo mucho fruto.

Además de dicho grano, había que ofrecer dos panes, de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura. En la fiesta de las primicias se aportaban gavillas, pero ahora eran panes, que simbolizaban el cuerpo de Cristo (la iglesia). Las gavillas funcionan por separado, individualmente, mientras que el pan conforma todo un conjunto homogéneo. En la fiesta de las primicias no había levadura, pero ahora en Pentecostés sí. La levadura simboliza el pecado, la naturaleza pecaminosa del ser humano, la cual se encuentra en constante lucha con la naturaleza de Dios (lucha entre la carne y el espíritu). En la iglesia está el trigo, pero también la cizaña. Debemos tener mucho cuidado con la levadura.

  • Mateo 16:5-12 (“la levadura de fariseos y saduceos”). Hoy en día no hay fariseos y saduceos como tal, pero su doctrina (“levadura”) sí que ha perdurado en el tiempo. La doctrina de los fariseos es el legalismo (la hipocresía, la doble vida), basado en una gran cantidad de leyes y mandamientos, aunque después no se lleve una vida íntegra, conforme al corazón de Dios y que a él le agrade. Los saduceos, seres más políticos, basaban su doctrina en el escepticismo (la incredulidad), negando todo lo sobrenatural.
  • 1 Corintios 5:6-8. Aquí la levadura es la indiferencia (todo nos da igual, consentimos cualquier cosa dentro de la iglesia…). Es una levadura peligrosa, pues “un poco de levadura leuda toda la masa”. Hemos de tener una masa de sinceridad y de verdad, no de malicia ni de maldad.
  1. FIESTA DE LAS TROMPETAS

La fiesta de las trompetas marcaba el inicio del nuevo año civil. Es una fiesta que tiene que ver tanto con la iglesia como con Israel. Dicha celebración marcará el final de la dispensación presente (la iglesia), la cual dio comienzo en Pentecostés. Tendrá su inicio con el regreso de Cristo en busca de su iglesia. El Espíritu Santo es la señal de que somos suyos y le pertenecemos, aunque él todavía no haya regresado a por nosotros (su desposada), pero lo hará. En ese momento se tocará la trompeta, dando comienzo el proceso de restauración de Israel. Estamos en los últimos tiempos.

  • 1 Corintios 15:51-53
  • 1 Tesalonicenses 4:13-16

Todo tiene su tiempo y su orden. La fiesta del día de la expiación viene a continuación. Esta ya no es una fiesta alegre ni de celebración, sino por el contrario de aflicción y lloro. En Pentecostés, Cristo forma la iglesia y la bautiza con el Espíritu Santo. En la fiesta de las trompetas, Cristo regresa a por su iglesia. Ahora mismo nos encontramos entre Pentecostés y la fiesta de las trompetas. La iglesia debe ser un único cuerpo, estando todos unidos (no ser gavillas, sino un único pan). Hemos de aprender a vivir en el espíritu, no en la carne, guardándonos de la levadura (escepticismo, legalismo, hipocresía…). Todo esto, para que cuando Cristo venga podamos presentarnos ante él como una esposa pura y sin mancha.