1 TESALONISENSES 5: 1-5.
- La salvación es algo importante y cabe destacar que no es permanente. La salvación se puede perder y de ahí la importancia de “velar y estar despiertos” (v. 6).
La salvación es algo que tenemos pero que tenemos que cuidar y atesorar. Al igual que, por ejemplo, un coche nuevo requiere cuidados especiales y atención. Filipenses 2: 2-6.
Dios pone a nuestra disposición todo lo que necesitamos para mantenernos firmes en él, así que si tenemos las instrucciones claves para velar y estar firmes en él ¿por qué se nos hace tan complicado cumplirlo?
Cabe destacar el contexto de este libro: la epístola fue escrita, como su nombre indica, a los tesalonicenses. La sociedad de tesalónica estaba volviendo a sus viejas costumbres (se estaban alejando).
La sociedad de ahora no se diferencia mucho a la de esa época, incluso podríamos decir que es peor. Y todo esto viene condicionado por la relación que tengamos con Dios.
- No podemos afirmar ser cristianos y luego solo serlo “de palabra”. No podemos llevar una vida que no vaya acorde a Dios o que ni siquiera sea luz a los demás. No podemos afirmar ser “seguidores de cristo” y no seguirlo.
Los tesalonicenses solo estaban alimentando a la carne, pero se estaban olvidando de su crecimiento espiritual. Para seguir a Cristo, debemos estar en Cristo. Debemos honrar a Dios y buscarle, para que nos ayude a parecernos más a Cristo.
Velar: estar despierto y vigilante.
Volviendo a la cita bíblica, Pablo exhortaba no por una atención física (no dormir, vigilar continuamente algo) sino por un despertar espiritual. Para que cuando llegue el día del arrebatamiento, no nos pille por sorpresa. No sabemos el día ni la hora en que el señor venga.
- Por tanto, debemos estar espiritualmente despiertos, moralmente alertas y permaneciendo en la fe, el amor y en la esperanza de la salvación.
Esto no es un motivo de temor, al contrario, debemos esperar la venida de Cristo con alegría.
No te olvides de nutrir al espíritu. Día tras día, en la presencia de Dios y perseverando en él. La clave está en la relación que tengas con Dios, en fortalecer el espíritu por que así estaremos preparados para evitar cualquier ataque del enemigo.
Cuando alguien cree que es salvo solo por haber recibido la salvación en un inicio, que procure vivir en santidad pues, la salvación se puede perder. Venir a la iglesia, leer la palabra y orar todas las noches no incluye directamente la salvación. 1Corintios 10: 12.
¡Pero somos hijos de luz! Así que ora, vela y estate atento, cuida tu relación con Dios y alimenta al espíritu. Solo así Dios nos revelará nuestro propósito. ¿Qué harás a partir de hoy?