PRÉDICA DOMINGO 11 DE AGOSTO DE 2024

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En el presente domingo, nuestro hermano Carlos nos habló acerca del Salmo 52. El juicio de Dios recae sobre aquellos que hacen el mal. ¿Cómo debemos nosotros comportarnos cuando padecemos las consecuencias de dicha maldad e injusticia?

  • Versículos 1-4: en estos versículos se nos describe al “malo” o “traidor”. Puede hacer referencia a Saúl, o bien también a Ahimelec. En general, se refiere a aquellas personas que se jactan de su maldad, abusando de su poder contra aquellos que son más débiles. Estas personas piensan que, dada su situación de privilegio y poder, no van a sufrir las consecuencias de sus actos. Mencionar el peligro de la lengua, de aquello que decimos (Santiago 3:1-12).
  • Versículos 5:7: si no hay un verdadero arrepentimiento, hay consecuencias (una justa retribución por parte de Dios). El castigo de Dios llega, tarde más o menos, pero siempre llega, sobre aquellos que se jactan de su maldad. “Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes”. Hemos de tener temor de Dios, aprendiendo que solamente en él podemos estar completamente seguros en este mundo. Dios lucha la batalla por nosotros, y nos dará la victoria.
  • Versículos 8-9: nosotros no podemos ser iguales que estas personas, cayendo en su trampa, dejándonos llevar por la maldad y respondiéndoles de la misma forma. “Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios”: en la casa de Dios estamos seguros, en su presencia, en comunión con él. Hemos de confiar en la misericordia de Dios, eternamente y para siempre, pues es aquí donde estaremos verdaderamente seguros. Él nunca nos fallará.

A pesar de las injusticias que podamos sufrir y padecer en este mundo, tenemos que utilizar nuestra lengua para decir el bien, palabras de vida, para bendecir a otros. Hemos de aprender a esperar en Dios.