PRÉDICA 13 DE FEBRERO 2022

En el presente domingo nuestro pastor Jesús nos habló acerca de Lucas 22:45-46. Estamos ante un momento de sufrimiento de Jesús, en el cual sus discípulos se quedan dormidos, no estando así a la altura de las circunstancias.

Desde los inicios, siempre ha existido un gran dolor dentro de la sociedad. Hoy día se ha acentuado, estando presenciando momentos de gran angustia y padecimiento. Ante dicha situación, ¿estamos despiertos o dormidos?

Estar quieto, parado o inmóvil, son síntomas de estar dormidos. El área social es fundamental e imprescindible dentro de cada iglesia. Ayudar al prójimo es un mandato directo de Dios. No vale con vivir en nuestra propia burbuja, buscando nuestro crecimiento y prosperidad personales. Venir a la iglesia y hacer las cuatro cosas fundamentales no es suficiente. La unión, con Dios en el centro, hace la fuerza. Con Él nada es imposible.

Pedro cometió una serie de errores, equivocaciones de las cuales podemos aprender, con la finalidad de que no vuelvan a ser repetidas. Algunas son las siguientes:

-Tener excesiva confianza: caemos en el error de confiar en nosotros mismos, en nuestras ideas y planteamientos propios

-Dormir en vez de velar: no prestar atención a los momentos importantes. Cuando estamos alertas nada nos sorprende. Además, no caeremos en la tentación

-Reaccionar de manera carnal (Pedro le cortó la oreja al siervo del sumo sacerdote, cuando venían a apresar a Jesús): con el paso de los años en el evangelio, nuestra carne debiera estar ya sometida. Lo contrario abre la puerta al Enemigo

-Seguir a Dios de lejos: poca oración, poca lectura de la Biblia, poca asistencia a la iglesia. Poca intimidad y poca obediencia. De esta forma, la promesa de que «El Consolador estará con vosotros y en vosotros», no será realidad

-Sentarse con los impíos: hay que estar en el mundo (para ser la luz que alumbra), pero guardarse de él. Saber cuál es nuestro lugar en medio de la oscuridad

-Esconderse detrás de una mentira (Lucas 22:58): «yo no puedo». «yo no tengo»…

Hagamos con los demás aquello que nos gustaría que realizaran para con nosotros (Mateo 7:12).