SALMO 38: 1-22.
Contexto:
Este Salmo no solo nos habla de la experiencia personal de David, sino que también vemos reflejada la experiencia y el sufrimiento de Jesús en la cruz, además de saber como nos repercute (nos afecta).
v. 1-4
Todo lo que Cristo sufrió y padeció: cayó sobre él la justicia De Dios como consecuencia de NUESTRO pecado (a causa de mi pecado, no lo olvides).
2 Corintios 5:21.
Dios cargo en él el pecado de todos nosotros.
Isaías 53:6
Jesús lo sufrió todo en su propia carne. A él le dolían las cosas. El pecado era nuestro, pero Jesús tomó nuestro lugar.
v. 5-11
A causa de NUESTRA locura. Es lo que nos dicen a veces, que estamos locos pero BENDITA LOCURA al creer en Dios. “La locura de la Cruz”.
1Corintios 1:18-24.
El mundo no puede entender nuestra “locura” que es el poder De Dios.
La cruz también significa humillación. Pero Dios a causa de esta humillación, exaltó a Jesús (Filipenses). Jesús es el señor, pero aún así se humilló. Es por eso que el mundo piensa que estamos locos, porque creemos en el poder de salvación de la cruz y porque predicamos la humildad de Jesús.
Isaías 53:5
Nos estaba hablando de sus llagas y su carne, él fue molido y roto por NUESTROS pecados.
Pero no son solo tus pecados o los míos, son los de toda la humanidad!!
El corazón de Jesús cargaba todos esos pecados.
Además, Jesús sufría y le dolía que sus amigos se hubieran alejado.
Jesús no solo sufrió físicamente sino también espiritualmente.
Y todo lo hizo por nuestra paz y nuestra salvación.
v. 12-22.
Hasta el enemigo estaba tentando a Jesús hasta el último momento. Pero pese a TODO Jesús se mantuvo firme y constante en la voluntad De Dios.
El camino de Jesús era morir en esa cruz y esa era la voluntad del padre.
Y se mostró sordo a la voz del enemigo, no lo escuchó. Nosotros solo tenemos que escuchar a DIOS (y mostrarnos sordos al enemigo).
Jesús pudo haberse bajado de la Cruz (haber dejado atrás ese sufrimiento y maltrato) pero se mantuvo firme por ti y por mi.
Isaías 53:7
El señor hizo lo bueno y le pagaron mal por bien. Nosotros, al igual, tenemos que devolver bien por mal.
Si Jesús pudo soportar todo porque confiaba en Dios, ¿por qué nosotros no? Confía en el Señor porque al igual que Jesús, tu salvación vendrá si esperas en Él.