MATEO 9: 35-38
Seguir a Dios y comprometerse con su obra no siempre es fácil; puede haber obstáculos como la pereza, el miedo o la falta de motivación. Sin embargo, como Jesús, debemos tener compasión por un mundo que sufre y está perdido, como ovejas sin pastor.
La falta de dirección puede traer ansiedad y dolor, por eso debemos guiarnos y cuidarnos unos a otros, llevando el consuelo que solo Dios puede dar (2 Corintios 1:3).
No subestimes lo que Dios pone en tus manos, y recuerda que aunque Dios es todopoderoso, Él busca obreros dispuestos. Somos mensajeros del evangelio, llamados a obedecer su voz, salir de nuestra zona de confort y así ser de bendición.
Jesús es nuestro pastor y nuestra guía; siguiéndolo, traeremos vida y esperanza al mundo. Bendecida semana hermanos 🙂