Juan 21: 1-14
Contexto: Dios trataba de restaurar la vida de Pedro y recordarle la misión que le encomendó respecto a los inicios de la iglesia.
- Primera parte: Reconocer nuestra incapacidad.
Leyendo los primeros versículos, podemos encontrar una frase bastante significativa: “Voy a pescar” dicha por Pedro. Se puede interpretar como volver a su antigua vida, además leemos como los demás discípulos secundan la respuesta (la apoyan). Claramente vemos un liderazgo por parte de Pedro.
Para el plan de Dios fue muy importante la restauración de la vida de Pedro, pues vemos claramente como ejerció de líder para los demás.
En nuestras vidas podremos hacer diversas cosas, pero no nos irá bien si no vamos en la línea de Dios, en su voluntad y conforme a su propósito (recuérdalo, de lo contrario no “pescarás nada” ni te irá bien).
“Y se presentó Jesús y sus discípulos no lo reconocieron”. ¿Por qué? Porque no estaban en la visión de Dios, no estaban en sintonía con Él. Sus pensamientos no estaban alineados con los de Dios (estaban pensando en la pesca y en otras cosas).
Juan estaba cerca del corazón de Dios, es por eso que lo reconoció al instante. Podremos reconocer la voz de Dios y reconoceremos qué viene de Él solo si estamos cerca de él (si tenemos intimidad con él).
Siguiendo con el pasaje, vemos como Jesús les aconseja echar la red mar a dentro y pese a sus dudas, los discípulos echaron las redes con FE. Y las redes NO se rompieron a pesar de la cantidad de peces que pescaron.
Es importante reconocer que somos incapaces de hacer algo sin el Señor, todo es por sus fuerzas y gracias a Él (debemos humillarnos de esa forma).
- Segunda parte: Obedecer a la palabra De Dios para dar paso a sus milagros.
El señor nos ha llamado a ser pescadores de hombres… ¿Vas a negarte a su voluntad?
Después de la pesca milagrosa, Jesús los estuvo esperando con los brazos abiertos en la orilla, con comida para ellos. Cuando estamos en los planes de Dios, le obedecemos y estamos en sintonía con él, Dios suple nuestras necesidades. No te preocupes ni te sientas solo, Dios es nuestro sustento.
Cabe resaltar que cuando volvieron a la orilla y juntaron los peces con la comida que había, todos sabían que venia de parte de Jesús.
Dios quiere restaurar nuestras vidas, recordándonos nuestro llamado a ser pescadores de hombres, sintiendo su cercanía y trabajando en su obra.