PRÉDICA DOMINGO 29 DE DICIEMBRE DE 2024

Ir a descargar

Podemos comprobar que este pasaje abarca una de las 3 ocasiones en las que se escucha a Dios afirmando que Jesús es su hijo.

Está ocasión y la anterior (mateo 3:17) se diferencian en que Dios añade “a Él oíd” al final de estos versículos. ¿Por qué no se menciona esto con anterioridad? Para empezar, el contexto es distinto y es importante que lo entendamos, porque TODO tiene relación. Cosas que debemos entender:

  • El papel de Moisés en el pueblo. Deuteronomio 18: 14-15.

El pueblo de Dios no debe escuchar ni a agoreros ni a adivinos. Dios les hablaría por medio de profetas, no de adivinos. Y Dios nos hablará a nosotros a través de profetas, y será entonces cuando, profeta tras profeta (cadena de profetas), llegará ese “uno” con la autoridad necesaria para traernos la revelación final: Jesús (el profeta final). Desde Moisés y a través de Elías (representando la cadena de profetas) se llega a Jesús.

  • Cadena de profetas. Hebreos 1:1-2.

Dios habló al pueblo por medio de los profetas hasta llegar al Hijo, es en estos días (los postreros) en los que Jesús nos traerá la revelación final. Después de Jesús no hay otro profeta. A él tenemos que escuchar. Es su palabra la que tiene toda la autoridad de Dios.

  • La palabra de Dios es Espíritu y Vida. Juan 6: 68.

Jesús es el único que tiene palabras de vida eterna. En el mundo hay muchas palabras, buscamos a personas que nos hablen, personas a las que seguir, “agoreros y magos”. Ten cuidado con lo que escuchas, nos conviene oír a Jesús.

  • Si oímos la voz de Jesús, no endurezcamos nuestros corazones. Hebreos 3:7-11.

¿Cómo oímos la voz de Dios? Por medio de su palabra (Romanos 10:17). Tenemos que leer y oír. Si escuchas hoy la palabra, no endurezcas tu corazón por la incredulidad, cree y obedece a Dios (la obediencia es la prueba de cree en Dios). El pueblo de Israel endureció su corazón y estuvo dando vueltas en el desierto.
Si endureces tu corazón, no podrás entrar en la tierra que Dios tiene para nosotros, y por tanto, no podremos experimentar lo que Dios tiene para cada uno de nosotros. Podemos llevarnos años yendo a la iglesia, vagando en nuestros corazones y no haber conocido realmente los caminos de Dios.

Necesitamos conocer los caminos de Dios, oír su voz, porque solo él tiene palabras de vida eterna. No vagues ni endurezcas tu corazón.

  • Cómo conocer los caminos de Dios. Isaías 55: 7-11.

Se vuelve a resaltar la importancia de conocer la palabra de Dios. Porque los pensamientos de Dios no son los nuestros (nuestros pensamientos están lejísimos de Dios).

Y ahora, entendiendo todo esto, ¿Cuáles son los pasos a seguir?

Tenemos que dejar nuestros caminos y nuestros pensamientos (arrepentimiento), necesitamos dejarlos porque sino estaremos dando vueltas. Y es ahí cuando Dios nos perdona.

Necesitamos nutrirnos de la palabra. Dios tiene solución para todo. De la misma manera que la lluvia cae del cielo y riega la tierra, así Dios nos dará de su palabra (semejanza a la lluvia), que va desde el cielo (palabra que sale de la boca de Dios) hasta la tierra (a nuestros corazones).

Dios habló señalando a su hijo para que le oigamos a él (no escuchemos a agoreros ni a adivinos ni a otras voces mundanas). Esta revelación por parte de Dios ha llegado a nosotros por medio de su palabra, para que con la ayuda del Espíritu Santo podamos entender y conocer la palabra de Dios.

1 Corintios 2:10-11.
Es con su espíritu que conoceremos su palabra, no endureciendo nuestros corazones y dejando atrás nuestros pensamientos y caminos. Solo así avanzaremos (y no nos estancaremos en el mismo lugar) y conoceremos los caminos de Dios, para que la palabra de Dios no vuelva vacía y germine en nuestras vidas.

people, friends, together-4050698.jpg