PRÉDICA DOMINGO 22 DE MAYO

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TOCANDO EL ARPA Y ESQUIVANDO LANZAS

Nuestra generación es de cristal, a la más mínima presión nos rompemos y nos vamos. Dios (como alfarero) quiere modelar nuestros corazones, pero no puede hacer nada si tenemos corazones de cristales que se rompen con facilidad. Tenemos que soportar “estar bajo presión” y soportar el proceso de modelaje para obtener una forma conforme al Dios.

LA PRESIÓN  DE LA IN JUSTICIA

Sí o sí vamos a experimentar injusticias pero la pregunta es cómo responderás ante estas injusticias. Tu actitud ante estas injusticias es lo que realmente modelará tu corazón. David fue un hombre conforme al corazón de Dios, pero para eso tuvo antes que ser modelado por la presión de la injusticia, no hubo otro camino.

1 SAMUEL 18 : 6-11

Contexto: Dios le había prometido a David ser el próximo rey, pero antes debía servir a Saúl, un rey cruel, injusto y que buscaba la muerte de David.

Tenemos que ser conscientes de que una persona puede ser el taller en el que Dios moldee nuestros corazones. No podemos ser David (una persona conforme al corazón de Dios), sin tener un Saúl que nos golpee, que sea cruel con nosotros; solo así Dios nos puede modelar a su imagen.

  • ¿ Quién es nuestro Saúl?

Nuestro Saúl es un enemigo íntimo, está en nuestro círculo cercano. Es aquella persona que (al igual que Saúl) nos ignora y  nos quita valor, una persona que te quiere y te odia a la vez, alguien que quiere verte fracasar…

– David tocaba el arpa, cuando Saúl se encontraba mal y desenfrenado llamaba a David para que le tocara. Pero Saúl además tenia un problema mental, vivía su propia irrealidad (pensaba cosas que no eran verdad sobre David) y por eso, un día Saúl cogió una lanza y se la tiró a David con intensión de matarlo.

  • ¿Qué haces cuando ” tu Saúl” te tira una lanza?

Si decides tirársela también para vengarte estarás haciendo tu propia justicia. Hay muchos “justicieros” pero siempre te conviertes en la imagen de aquello que juzgan sin compasión. Terminas peor, comienza a parecerse más en aquello que odia.

¡La verdadera batalla es con tu interior! David sabía que saldría ganando si decidía matar a Saúl, pero su batalla era consigo mismo, fue difícil renunciar a su justicia y no matar a Saúl.

Dios estaba probando si David era capaz de vencer a el enemigo interno. David no era un juez, y  TÚ tampoco. Ningún Saúl puede acabar con los hijos de Dios, el único que puede impedir el plan de Dios con tu vida eres tu mismo. Todos dentro de nuestro corazón tenemos un monstruo capaz de cometer barbaridades, ES CON ESTE MONSTRUO CON QUIÉN TENEMOS QUE LUCHAR.

  • ¿Cómo matas a tu verdadero enemigo?

Haz lo mismo que David, no devuelvas el golpe. David no puso su mano en la lanza, la mantuvo firme en su arpa. ¡Adoró a Dios en medio de la injusticia! Fue una acción realmente valiente y de coraje.

Por mucho que le ruegues a Dios que te libre de las injusticias no va a hacer nada, porque sabe que es la única manera de matar al Saúl dentro de ti. Es incómodo y difícil de aceptar pero este es el proceso, no hay otro camino. No olvides que Dios se manifiesta por medio de “Saúles”.

¿En qué mano confías, en la tuya o en la de Dios? No manipules los planes de Dios, decide quitar tu mano de en medio y Dios en algún momento pondrá la suya sobre tu Saúl, espera el tiempo de Dios. No pelees esta batalla, solo agárrate a Dios y confía.

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